El doctor Enrique Guzmán RodrÃguez natural de Muras, Lugo, Galicia. Nació el 28 de agosto de 1931. Llegó a Cuba, como refugiado polÃtico del régimen franquista junto a su madre y su madrina, a la edad de 5 años. En 1937 comienza la enseñanza primaria en una escuelita de barrio, que logra terminar en el Colegio Bautista. Se hace bachiller a los 17 años.
Ingresa en la Escuela de Medicina y comienza a trabajar en la Casa de Socorro de Regla como practicante en el horario nocturno. Tiene que perder 3 años de estudio por problemas económicos, debe trabajar como cobrador de la clÃnica privada conocida como Centro Castellano de La Habana.
Como un dato interesante -y quizás premonitorio de lo que serÃa su mayor logro en la vida profesional, ser el padre de los cuidados intensivos en el paÃs- a él confiaron el cuidado y manejo de un ventilador mecánico marca Edison en el año 1953. Este era portátil y permitÃa regular la frecuencia respiratoria, solo administraba oxÃgeno puro. Estos ventiladores habÃan sido ubicados en las casas de socorro que estaban próximas al litoral de la ciudad capital.
En 1959 se reincorpora a la carrera de Medicina, y forma parte en 1960 del primer grupo de estudiantes que llega al Hospital Pediátrico «William Soler». Allà realizó el internado vertical de PediatrÃa en 1961, y desde entonces estuvo vinculado a la enseñanza de la especialidad, pues dio clases en esa asignatura a los estudiantes del 5to. año de Medicina.
En marzo de 1962 se graduó de Doctor en Medicina e hizo el servicio social como médico rural. Después empezó la residencia de PediatrÃa en el Hospital «William Soler», y entonces fue docente de los estudiantes de 5to. y 6to. años de Medicina.
Junto al profesor doctor JoaquÃn Pascual Gispert, padre del NeuropediatrÃa en Cuba, participa en la puesta en marcha del primer servicio de esa subespecialidad que fue creado en el mismo hospital en el año 1963, del cual fue subjefe asistencial y docente. Posteriormente, en 1965, el doctor Enrique Guzmán fue el autor intelectual y material de la fundación de la primera escuela de enfermerÃa pediátrica en Cuba. Hizo para ella los primeros programas de estudio y allà también fue profesor de diversas asignaturas. En 1967 concluyó el primer grado de la especialidad en PediatrÃa, y en la segunda mitad de los años 70 fundó, en el Hospital Pediátrico «William Soler» la primera Unidad de Terapia Intensiva de toda Iberoamérica, de la cual fue su jefe y profesor principal durante varias décadas.
Trabajó durante más de 60 años por la salud de su pueblo, y ejerció la docencia de pre y posgrado en la carrera de Medicina, en la especialidad de PediatrÃa, por más de 50 años. Fue, igualmente, formador de intensivistas pediátricos desde el año 1972, vicedirector docente del Hospital «William Soler» en la década 1973-1982, en 1985 obtuvo el tÃtulo de especialista de segundo grado en PediatrÃa, desde 1980 hasta 1995 presidió la Comisión Nacional de Terapia Intensiva en PediatrÃa, fue miembro activo de los grupos Provincial y Nacional de PediatrÃa desde 1981, responsable docente de la Comisión Provincial y Nacional de Terapia Intensiva Pediátrica desde ese mismo año, y en 1997 fue nombrado Profesor Consultante de PediatrÃa de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana.
Durante su vida profesional recibió decenas de reconocimientos, premios y condecoraciones, entre los que pueden citarse: Reconocimiento al Mérito por la Sociedad Boliviana de PediatrÃa (1987), Premio Anual al Mejor Trabajo CientÃfico del CENIC (1988), Premio Anual al Mérito por haber participado en la obtención de resultados de mayor aporte al desarrollo social del trabajo del MES (1988), Distinción «La Giraldilla de la Ciudad de La Habana» (1994) y otras tantas más cuya lista serÃa interminable.
Falleció en La Habana el 22 de marzo de 2013. El profesor doctor Enrique Guzmán fue, sin dudas, no solo uno de los más célebres pediatras del paÃs, sino un digno y destacado profesional de la salud infantil de nuestros tiempos.
Fuente: In Memóriam. Dr. Enrique Guzmán RodrÃguez.
DomÃnguez Dieppa, Fernando. Revista Cubana de PediatrÃa. 2013;Â 85(3):409-411.
Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S0034-75312013000300016&script=sci_arttext