Archivos Mensuales agosto 2011

Werner Forssmann

Werner FrossmannWerner Forssmann (1904-1979) fue un cirujano alemán que compartió, junto a André F. Cournand y Dickinson W. Richards el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en el año 1956.
Forssmann fue pionero en la investigación cardiaca y en el desarrollo del cateterismo cardiaco, procedimiento en el que se introduce un tubo en una vena del codo y se pasa desde allí hasta el corazón. Estudió medicina en la Universidad de Berlín y obtuvo su titulación en 1929. Su formación continuó con estudios de anatomía y cirugía en la Clínica Médica de dicha Universidad y en el August Victoria Home de Eberswalde, cerca de Berlín.
En 1929, mientras se desempeñaba como residente de cirugía en dicho hospital, Forssman anestesió su propio codo, insertó un catéter urinario de 65 cms. en su vena antecubital y, al ascender el catéter por su brazo e inyectar una sustancia de contraste, fue a un cuarto de rayos X que estaba en el sótano del hospital y allí pudo observar que la punta del catéter estaba en su aurícula derecha y ver el funcionamiento del corazón, probó de esta forma, que podía insertarse de forma segura un catéter en un corazón humano. En esa época se creía que cualquier entrada al corazón podría ser fatal.
Su trabajo fue considerado como imprudente y peligroso, y la presión ejercida sobre él le llevó a cambiar la cardiología por la urología.

La principal contribución de Forssmann está descrita en su trabajo “Die Sondierung des rechten Herzens”, que se publicó en la revista Klinische Wochenschrift (1929; 8: 2085-87).

Una versión más meditada así como su aplicación a la práctica médica la ofreció en el estudio que redactó cuando le fue concedido el Nobel. Lo tituló Die Rolle der Herzkatherung und Angiocardiagraphie in der Entwicklung der modernen Medizin. En realidad Forssmann buscaba un modo de llegar al corazón para aplicar medicación en situaciones graves en las que la inyección cardiaca era muy peligrosa. Esto le llevó a realizar pruebas de cateterismo en cadáveres introduciendo una sonda por una vena del codo. El éxito que logró le animó a llevarla a cabo en un ser vivo. Se utilizó a sí mismo como hemos dicho. La primera vez fue un ayudante quien le introdujo la sonda, pero cuando ésta penetró 35 cm. se interrumpió el experimento porque el ayudante lo consideró peligroso. Unos días después fue el propio Forssmann quien se introdujo la sonda con éxito, con la ayuda de una enfermera que le proporcionó instrumental esterilizado. En su narración de los hechos describe minuciosamente las sensaciones que iba experimentando.

Forssmann probó de nuevo en un enfermo de peritonitis grave. Su fallecimiento y posterior autopsia le permitió comprobar el trayecto de catéter. Sin embargo, las posibles ventajas de esta técnica fueron silenciadas por críticas que se basaban en criterios científicos y en criterios de tipo ético. Estos hechos se produjeron durante una corta estancia en la Charité. Su superior no aprobó este tipo de técnicas, por lo que Forssmann regresó a Eberswalde. Fue en América, de la mano de quienes compartieron el Nobel con Forssmann, los que rehabilitaron la técnica.

A pesar de que fue despedido de otro hospital por este hecho, Forssmann recibió el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1956, por sus estudios pioneros en cardiología. El premio fue compartido con André Frédéric Cournand, Dickinson W. Richards.

Juan Santos Fernández Hernández (1847-1922) considerado el Padre de la Oftalmología en Cuba

Juan Santos Fernández Hernández (1847-1922) considerado el Padre de la Oftalmología en Cuba
Juan Santos FernándezNació el 22 de julio de 1847 en el ingenio «El Atrevido», actual Unión de Reyes, en la provincia de Matanzas. Comenzó los estudios de Medicina en la Real y Pontificia Universidad de La Habana en el año 1867 donde permaneció hasta 1869 pues, como la situación en Cuba no era favorable, tuvo que viajar a Madrid para finalizar sus estudios.

En 1872 obtiene el título de Licenciado en el Colegio de Medicina de San Carlos, Madrid. Entre los años 1872-1874 se traslada a París para especializarse en Oftalmología. Fue alumno del polaco Javier Galezowski del cual llegó a ser su secretario y primer ayudante y a quien en 1879 dedicó la memoria titulada «Clínica de las enfermedades de los ojos».

Ejerció por primera vez como oftalmólogo en Castillo de Bayuela, provincia de Toledo, España, donde operó, en poco tiempo más de 200 casos de cataratas. Trabajó en España junto a De Wecker, Abadie, Desmarres, Panas y Landolt, y fue colaborador de Paul Chibret.

El 28 de octubre de 1874 presentó, en la Universidad de Barcelona, su tesis para el Doctorado en Medicina, «Sobre algunas enfermedades de los ojos. Observaciones clínicas». Los resultados y experiencias obtenidas las registró en un documento al que tituló «Memorias clínicas» y que le sirvió para su nombramiento de socio corresponsal de la Real Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana, el 14 de marzo de 1875.

A su regreso a Cuba en 1875, funda y dirige hasta su muerte, una de las revistas científicas nacionales más importantes, «Crónica Médica Quirúrgica de La Habana». Esta publicación, registró durante 66 años los trabajos de los más altos exponentes de la cultura médica nacional. La mayor parte de la literatura oftalmológica cubana en este período fue escrita por Santos Fernández y se encuentra en esta revista. Entre sus artículos para esta publicación se encuentra: «Consideraciones de las enfermedades de los ojos observadas en la Isla de Cuba durante 1875», que parece ser la primera vez que se describe la palidez temporal del disco óptico en la ambliopía alcohólica.

Los textos médicos oftalmológicos editados en castellano a finales del siglo XIX y principios del XX eran escasos. En 1879, se presentan dos libros: «Higiene de la Vista» resultando premiado por la Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana.«Clínica de Enfermedades de los Ojos. Colección de artículos y memorias sobre Oftalmología» en París, elogiado por el profesor Galezowski, considerado como obra clásica de la oftalmología en América Latina. En 1887 se presenta en La Habana la segunda edición aumentada de este último libro.

En 1893 colabora en la obra «A textbook of Ophthalmology» de William F. Norris y Charles A. Oliver con seis artículos sobre manifestaciones oftalmológicas en el dengue, paludismo, gripe, cólera, disentería y fiebre amarilla. Fue colaborador de varias publicaciones como: Annals of Ophthalmology, de Chicago y Anales de Oftalmología en México.

En 1903 crea el Comité de la Prensa Médica, de la que fue su primer presidente celebrando en 1911 el Primer Congreso de la Prensa Médica. Ya en 1916 alcanzaba su obra científica 928 títulos aparecidos en revistas de Cuba, Latinoamérica, Estados Unidos y Europa. Es de destacar su excelente trabajo y su colección de cuadernos de consulta, «Libro de anotaciones de la consulta».

En 1919 comienza a circular la «Revista Cubana de Oftalmología» de forma trimestral hasta 1923. Constituye la primera revista cubana sobre esta especialidad, creándose con el objetivo de propiciar el intercambio de experiencias entre los oftalmólogos cubanos. Fundada por Santos Fernández, tenía a Francisco M. Fernández Hernández como director.

Considerado el escritor científico más fecundo en lengua castellana de su tiempo, llegó a acumular casi 2.000 trabajos científicos. Fue sin dudas el Especialista en Oftalmología de más renombre en los dominios de la colonia española durante la segunda mitad del siglo XIX.

Primer cubano que ejerció la Oftalmología y la consolidó como especialidad independiente en la isla. Fue protagonista principal de un renacimiento científico en nuestro país. Por toda su obra Juan Santos Fernández es considerado «El padre de la Oftalmología cubana».

Santos Fernández falleció el 6 de agosto de 1922 en La Habana.

Fuente: Aportes de Juan Santos Fernández a la oftalmología. Arch Soc Esp Oftalmol. 2009;84(11) doi: 10.4321/S0365-66912009001100010