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Dr. Alberto Oscar Ibietatorremendía Vega (1917-2004)

Alberto-Oscar_IbietarremendiaIbietatorremendía Vega nació el 13 de septiembre de 1917 en Jagüey Grande, Matanzas, sus padres fueron Alberto Ibietatorremendía y Brito y Dolores Vega Gómez, ambos naturales de este territorio.

Los estudios primarios y secundarios los realizó en la Escuela Pública Municipal de Jagüey Grande, el Colegio Minio, la Academia Bravo y la Escuela Progresista de Cárdenas. Culminó el preuniversitario en el Instituto de Segunda Enseñanza de La Habana, donde se graduó de Bachiller en Letras y Ciencias el 13 de agosto de 1938.

Se inscribió en la Facultad de Medicina de la Universidad de La Habana en el curso académico 1938-1939, a pesar de múltiples dificultades familiares y socioeconómicas; se sobrepuso a estas y se graduó con la calificación de sobresaliente, otorgándosele el título de Doctor en Medicina el 23 de febrero de 1950, registrado al folio 6 número 1770 de su expediente universitario y con la tesis titulada: «El peritaje médico legal en los accidentes de trabajo».

Ejerce su profesión como médico en diferentes instituciones de la capital, entre las que se encuentran el Hospital Universitario «Calixto García», Hospital «Reina Mercedes» (hoy Comandante Manuel «Piti» Fajardo) y el Hospital Ortopédico «Fructuoso Rodríguez».

Se inicia en la vida política en La Joven Cuba junto al líder antiimperialista Antonio Guiteras Holmes desde junio de 1934; reparte proclamas en actos públicos, veladas artísticas, teatros y en cualquier acto público que tuviera la oportunidad de divulgar su sentido revolucionario.

Perteneció al Partido Auténtico y a la Juventud Ortodoxa (donde conoció a Fidel Castro). Finalmente ingresa al Movimiento del 26 de Julio, del que fue responsable y su tesorero en Jagüey Grande; participó en la gestión de bonos del Movimiento 26 de Julio, adquisición de dinamita y su traslado a Matanzas; sabotaje a la Compañía Eléctrica de Jagüey; lanzamiento de cadenas a redes eléctricas para provocar apagones, y de tachuelas y alcayatas en carreteras.

Como evidencia de estos hechos, en abril de 1953 tuvo lugar en su casa de la calle 11 No. 5417 de este municipio, una reunión con destacados miembros de la juventud ortodoxa, dirigidos por Fidel Castro Ruz y acompañado de Abel Santamaría, Pedro Miret, Antonio «Ñico» López, Boris Luis Santa Coloma y el también colega matancero Dr. Mario Muñoz Monroy. Actualmente en este inmueble radica la biblioteca pública municipal «Antonio Maceo».

Debido a su actividad política estuvo en prisión en Jagüey, Jovellanos y Matanzas, por lo cual tuvo que vivir en la clandestinidad en múltiples ocasiones en La Habana hasta su incorporación a la Sierra Maestra, de la cual se relata el siguiente testimonio:

«(…) Con él trabajaba un muchacho que le decían el ‘gallego’ Valdés y entonces a través del actualmente magistrado Humberto Hernández, que tenía un hijo, el cual habían detenido por allá, volví a establecer contacto con el ‘gallego’ y un día por la tarde me vinieron a buscar Humberto y otro joven más, me llevaron a Rancho Boyeros y cogí el avión para Santiago de Cuba. Entonces yo llegué a Santiago y yo llevaba la identificación metida en el forro de una cuchilla niquelada, que me valió de mucho en la Sierra después y me sirvió de bisturí».

Ya en la Sierra Maestra es recibido por un grupo de escopeteros en cuyo frente se encontraba el ‘Chino’ Figueredo y conducido a la Comandancia de La Plata (Columna No. 1). Allí trabajó en la construcción del hospital de dicha comandancia y curó a heridos vestidos de verde y amarillo. De su primer paciente dejó la siguiente evidencia:

«(…) Tan pronto llegué allí fue mi primer choque con los heridos. Era un tiro que por suerte para ella, tenía un orificio de entrada y de salida, no interesaba más que planos musculares, no interesaba planos óseos, vasos ni nervio y simplemente con cuchilla, la hervimos un poco, le hicimos una escisión de los que estaban un poco necrosados y con dos apósitos, en un lado y otro, la compañera curó enseguida».

Otro relato de su andar en los lomeríos de la Sierra Maestra demuestra la sencillez del Dr. Ibietatorremendía:

«(…) Yo estaba bastante gordo y como expresara el compañero La O, el temor mío siempre fue no poder caminar en la Sierra y el acicate mío no lo fue la compañera Vilma, el acicate mío lo fue en La Plata el compañero Martínez Páez, porque yo lo veía con la agilidad que él caminaba; y yo me caía en todos los ríos, tenía una protección de fango en la región glútea, en el pantalón, de caerme constantemente; resbalaba por la Sierra».

Entre otras actividades participó en la entrega de los soldados heridos en el combate de Las Mercedes, hasta que es asignado definitivamente como médico a la columna del Comandante Juan Almeida Bosque, en III Frente Oriental. Su impresión del lugar, su labor como médico y otras consideraciones, las expresó en los siguientes argumentos:

«(…) Eso fue a principio de agosto cuando llegamos a Aguarrevés, allí estaba guardada la comida y el río se metió y viró aquello, lo único que encontramos fue una latica de leche condensada, era toda la comida que llevábamos para toda la tropa durante el resto del tiempo. Nos cruzamos con el compañero Vilo Acuña, que ya lo habíamos conocido; el primer tiro que yo tiré en la Sierra lo tiré con el rifle de Vilo, que me lo prestó para que tirara un tiro».

Entre las intervenciones quirúrgicas que realizó se recogen dos amputaciones. La primera realizada en conjunto con el Dr. Páez Inchausti a un compañero apodado ‘Pepe’ con una gangrena producida por un tiro en una pierna; y la otra, de más complejidad técnica, del miembro superior al entonces Capitán Gener Luna, el cual fue herido en el ataque al Puente Gladys. Los sucesos al respecto fueron:

«Lo sorprendió la avioneta y lo hirió con fragmentos de granada; le hirió en el brazo, en el tórax, penetrándole los fragmentos, rozándole la pleura y las rodillas; en esta operación administró la anestesia con pentotal pues su ayudante no estaba apto en la canalización de venas y además le sacó las esquirlas de la pleura, el fragmento de metralla en la rodilla y la amputación con su regulación del muñón fue excelente, lo cual fue evaluado por galenos en Alemania».

Además de sus compañeros y población en general, atendió a varios prisioneros, entre ellos al Teniente Coronel de la dictadura Nelson Carrasco Artiles, de un tiro en el tobillo y fue operado satisfactoriamente con morfina como único anestésico. Prestó apoyo médico en diversos combates, como Puerto de Moya, Contramaestre, Caney del Sitio, Dos Palmas, Palma Soriano, y al rendirse la guarnición de El Cobre ocupó el Hospital Ambrosio Grillo.

Al triunfo de la revolución, y junto a la caravana de la victoria, solicita permiso para ocupar su ciudad natal, asignándosele un escuadrón al mando del carismático ‘Patifino’, reuniéndose finalmente con su columna y ocupando el campamento militar de Managua. Se le designaron varias responsabilidades, tesorero-pagador del Ejército Rebelde y del Movimiento 26 de Julio, y Jefe del Cuerpo Médico del Ejército de Occidente.

Por sus antecedentes en la lucha insurreccional y méritos obtenidos hasta la victoria del Ejército Rebelde, el 13 de junio de 1959 fue ascendido a Comandante.

En el campamento militar de Managua participa en todos los acuartelamientos y movilizaciones; durante el ataque a Playa Girón permanece como reserva, no obstante, el apoyo médico a las unidades de tanques partió de allí.

Durante la Crisis de Octubre es movilizado a la provincia de Oriente a una unidad en la costa norte de Las Tunas en un hospital de campaña, y en la lucha contra bandidos en la Sierra del Escambray se alistó en el hospital del Salto del Hanabanilla donde formó parte del Estado Mayor de las fuerzas que dirigía el Comandante Filiberto Olivera.

De su desempeño como docente se señala que durante la migración masiva de los profesores universitarios para sabotear la enseñanza superior, ante el llamado de Fidel para cubrir las plazas dejadas por ellos, se desenvuelve inicialmente como Profesor Instructor y después como Auxiliar en el Hospital Ortopédico Fructuoso Rodríguez. Al regresar de la misión internacionalista en Argelia es designado Jefe del Servicio de Ortopedia y Traumatología del Hospital Universitario «Calixto García»; también labora en el Hospital Militar «Carlos J. Finlay», en la antigua Clínica Dependientes (hoy Hospital General Clínico Quirúrgico 10 de Octubre), hospital de la Prisión del Príncipe, y por diversas razones apoya a hospitales de otras provincias.

Al respecto, Delgado García, historiador del Ministerio de Salud Pública, escribe:

«El 5 de enero de 1962, al proclamarse la Reforma Universitaria, la cátedra convertida en Subdepartamento de Ortopedia y Traumatología del Departamento de Cirugía, contaba con los siguientes profesores: equivalentes a titulares, doctores Julio Martínez Páez y Antonio Ponce de León Carrillo y profesores auxiliares, doctores Gustavo Mestas Pujol, Alberto Ibietatorremendía Vega y Horacio Tabares Ventura».

Cumplió además con diversas responsabilidades administrativas y científicas, entre las que se destacan: director e instructor de la Escuela de Inseminación artificial de «El Dique» (hoy Centro Nacional de Inseminación Artificial) donde terminó la primera planta de inseminación que allí funcionó, y director de veterinaria del INRA.

Realizó varios viajes al continente europeo como embajador itinerante en España, Bélgica, Holanda, Alemania, Dinamarca y Suecia; nuevamente visita ciudades de esta geografía acompañado de prestigiosos profesores de Ortopedia y Traumatología, como Ceballos, Tabares y Monreal Acosta. En 1962 viaja a Moscú como miembro de la delegación cubana al Congreso Mundial por la Paz.

Cumple dos misiones internacionalistas entre 1967-1969, en la República Popular de Argelia y Nicaragua, al frente del contingente de Santiago de Cuba, segundo en arribar a dicho país al triunfo del Movimiento Sandinista.

En sus tareas partidistas se afirma que en enero de 1974 es trasladado al Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba (PCC) de Oriente como Jefe de la Sección de Salud Pública del Departamento de Consumo y Servicios. En 1975 es elegido delegado al Primer Congreso del PCC.

Fue un deportista de alto rendimiento, principalmente en esgrima. Con el equipo de la Universidad de La Habana ganó diferentes eventos, tanto en florete como sable, su arma favorita; equitación y tiro; participó como parte del equipo en un evento deportivo con la Universidad de Columbia en Nueva York.

A los 50 años de edad debuta con una diabetes mellitus, enfermedad que va deteriorando su salud de forma insidiosa; culmina con la amputación de los miembros inferiores a los 80 años de edad, situación que enfrentó con gran estoicismo y espíritu. Fallece siete años después, el 16 de agosto del año 2004, en su casa de Nuevo Vedado en La Habana al cuidado de su familia.

Fuente: Semblanza del Comandante Dr. Alberto Oscar Ibietatorremendía Vega. 

Villaplana Santaló CA. Rev. Hum. Med. 2015;15(3)
Disponible en: http://humanidadesmedicas.sld.cu/index.php/hm/article/view/633/550